El salvador
Ante la inminente entrada en vigencia de la Ley de Firma Electrónica y con el objetivo de familiarizarse con ella y sacarle el máximo provecho a la herramienta, las empresas deben comenzar a implementar procesos internos basados en la firma electrónica, indicó ayer Óscar Quintanilla, catedrático de la Universidad Tecnológica de El Salvador (UTEC) y ponente de la conferencia mensual de DATARED.
Quintanilla expuso las ventajas competitivas y de modernización que les da a las empresas el uso exitoso de la firma electrónica en los sistemas de información empresarial y los procesos de trabajo.
Según el conferencista, para que el proyecto de la firma electrónica logre ser utilizada por un mayor número de salvadoreños, necesita conocerse y, sobre todo, las compañías ya deben comenzar a planificar cómo van a incorporarla a sus labores cotidianas puesto que también implicaría modificar procesos empresariales. “La propuesta es usar un enfoque de gestión de proceso de negocio (BPM) para evaluar por ejemplo, competencias de personas, satisfacción del cliente, estandarización, etc.”, dijo Quitanilla.
Explicó además que al mantener el mismo concepto, la firma y la firma electrónica permitirá que las empresas tengan beneficios como evitar desplazamientos y colas en procesos, brindarle seguridad jurídica, aceeso en cualquier momento, ayudar a la identificación del autor y la demostración de su intención, así como asegurar la integridad d ella información.
“A veces es difícil explicarle a la empresa la manera técnica en cómo funciona esto de la firma electrónica, pero en realidad le trae muchas ventajas competitivas”, detalló Quintanilla.
El catedrático también destacó que la ley de firma electrónica es una muestra de que el país avanza hacia la consolidación de un gobierno electrónico.
La firma electrónica es un término jurídico que se refiere al equivalente electrónico de la firma manuscrita. Esta es una herramienta tecnológica que permite vincular un mensaje con su titular o creador del mismo y por lo tanto considerarlo válido. Puede ser simple o certificada y brinda una seguridad tal que para hackear una clave privada se necesitarían un millón de ordenadores.
La Ley de firma electrónica fue publicada en el Diario Oficial el 26 de octubre de 2015.
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